sábado, 29 de enero de 2022
46. A propósito
domingo, 23 de enero de 2022
45. La discusión
domingo, 16 de enero de 2022
44. El tour
sábado, 15 de enero de 2022
43. La encerrona
¿Qué podía hacer
en una situación tan comprometedora e incómoda como aquella? Salir corriendo.
La
mesa la ocupábamos, frente a mí, Godelieve con un elegante vestido azul marino
de seda abotonado hasta la cintura por cinco botones cubiertos del mismo
tejido, complementando el atuendo un conjunto de collar y pendiente
de perlas, presente del notario en la formalización de su compromiso; Huub con
un traje gris oscuro y corbata azul sobre traje beige con camisa blanca y
estorbando en la silla de mi derecha, Niek había elegido para la ocasión un
traje beige con camisa celeste y corbata rosa. Se sumó a nosotros poco después
de que nos sentáramos a la mesa que los Van Heley habían reservado para celebrar mi licenciatura en filología
hispánica.
Después de que mi rodilla repartiera justicia en la entrepierna de Niek la tarde que se abalanzó
sobre mí, sus visitas a la casa de los Van Heley dejaron de ser frecuentes y
las dos o tres veces que coincidimos en el mismo espacio fueron de tránsito
hacia alguna parte. El atropello intencionado que sufrí, provocado por su
hermana, volvió a perturbar la paz que sentía sabiéndole lejos de mi presencia.
Me visitó varias veces en el hospital. La primera de ellas para pedirme que
disculpara a Heleentje por lo acaecido y convencerme de que había perdido el
control del coche y que desde entonces estaba en tratamiento farmacológico para
paliar el cuadro agudo de ansiedad que presentaba. Estuve a punto de
echarme a reír oyendo sus lamentaciones, postrada en una cama sin poder moverme
con la pierna derecha inmovilizada hasta la rodilla.
Llegaron los postres. En casa nunca los tomábamos, el único azúcar que ingeríamos era el de la fruta que comíamos. Godelieve no era una abuela al uso, no hacía galletas, ni pasteles ni compartía ratos con su nieta en la cocina elaborando recetas que nos hubieran unido y convertido en una familia normal, en lugar de en extrañas. Sentí alivio cuando el camarero sirvió los appeltaart para los comensales compinchados y el tompouce para mí, porque era indicio de que la cena estaba tocando a su fin.
Niek giró medio cuerpo hacia mi introduciendo una mano en el bolsillo de la chaqueta donde aprecié un bulto sospechoso. El esbozo de sonrisa de los Van Heley me puso en alerta. No hizo falta que Niek sacara la cajita de terciopelo marengo para entender lo que estaba a punto de pasar. La licenciatura era el pretexto.
-Aprecio y admiro a tus abuelos a los que me une una amistad honesta- los miró buscando el beneplácito a lo que ambos respondieron asintiendo con la cabeza y una modesta sonrisa en los labios-. Por esto quería decirte delante de ellos que ocupas un lugar muy importante en mi corazón desde hace tiempo y que mis pensamientos llevan tu nombre -faltó poco para que le escupiera el tompouce encima. Ganas no me faltaron -Es posible que nos conozcamos lo suficiente porque apenas hemos compartido tiempo juntos, pero en mi afán está cambiar la forma en que nos hemos relacionado hasta ahora -suspiró. Los jugos gástricos se me elevaron hasta la boca. Me los tragué dejando la cuchara en el plato con el postre a medio terminar-. No te pediría esto si no estuviera convencido de que algún día sentirás lo mismo que siento por ti. Démonos la oportunidad de ser felices juntos -Abrió la cajita con un gesto ensayado, desvelando el contenido: un anillo de oro blanco con un diamante en forma de corazón en el centro.
Fui el centro de atención en el silencio que siguió a la escena.
-Si me disculpáis… la velada ha terminado. Buenas noches.
Me levanté dejándoles sin palabras.
NOTAS DE INTERÉS:
Tompouce: masa de hojaldre relleno de crema y glaseado rosa por encima.
sábado, 8 de enero de 2022
42. Origen
domingo, 2 de enero de 2022
41. La propuesta
Siem y Yani querían ser padres y se habían planteado la gestión subrogada cuando decidieran si establecerían su domicilio en Londres o Almere. También habían barajado qué países, entre los pocos en que está permitida y regularizada esta técnica de reproducción asistida sería el adecuado para su objetivo. Era un proyecto a medio plazo que les ilusionaba y que me ilusionaba cuando surgía en la conversación.
40. La tarjeta