Fue raro tenerle cerca y que sus labios
se acoplaran a los míos tibios de la impresión. Nos besamos.
Antes de ese momento se desencadenaron
una serie de circunstancias que contribuyeron a que el sueño adolescente se
hiciera real.
La salida de la casa de los Van Heley
fue precipitada tras extorsionarme con destruir la carrera de Siem sino accedía
a casarme con Niek. Lo harían, arrestos no les faltaba. En tal encrucijada
caminé deprisa por las calles del barrio de Willemspark, donde
crecí recluida, y desorientada presa de los nervios hasta que alguien me detuvo
agarrándome del brazo. Jenkin me escrutó percibiendo la falta de control que me
dominaba.
-¿Estás bien? Te he llamado varias veces
pero estabas ausente.
Asentí con la cabeza. La voz apenas me
habría salido del cuerpo de haber
pretendido entonar un monosílabo. El entorno recobró la formas y colores. Podía
distinguir los edificios de Van Baerlestraat. Me había alejado del barrio de los
Van Heley lo bastante como para respirar tranquila.
-Estaba distraída, lo siento.
-Más bien ida, ¿algo va mal? -deslizó
sus manos desde mis hombros por los brazos hasta las muñecas. El calor de
su piel erizó la mía. Me aparté ligeramente.
-No es un buen día.
-Algo podremos hacer para mejorarlo. Por
lo pronto te llevo a casa. Tengo el coche ahí -señaló con la cabeza el aparcamiento subterráneo del supermercado
que teníamos delante.
-No, no es necesario. La parada del
tranvía está aquí mismo.
Hice ademán de cruzar al otro lado pero
volvió a detenerme con su mano.
-Insisto.
En las situaciones más
inesperadas el doctor Brouwer aparecía de repente, surgido de la nada, para
desestabilizarme. Era una de las razones por las que quería marcharme de
Amsterdam. La más poderosa era alejarme
de las arpías que tenía por abuelos.
Jenkin recordó en el coche que había olvidado comprar
algo, subió las escaleras mecánicas desde el aparcamiento a la primera planta. Se abasteció de lo
que necesitaba y cuando iba
a descender otra vez las escaleras desvió la vista hacia el exterior al oír a
un guitarrista en la puerta del establecimiento interpretar Tunnel of
love de Springsteen y me vio pasar entre la gente como si no existiera
y pudiera atravesarlos.
Sólo cuando accedí a que me acompañara a
casa me di cuenta que había dejado una bolsa en el suelo que recogió al
encaminarnos hacia el vestíbulo acristalado del supermercado.
En el trayecto se interesó por mi licenciatura
y a colación de ella me contó anécdotas de cuando estudiaba medicina. La
cercanía con que me trató fue definitiva para enamorarme aún más. El doctor
Brouwer me volvía loca.
Llegamos al edificio donde vivía de la
calle Gerrit Rietveldisingel, en Diemen, al cabo de quince minutos. Le agradecí
que me hubiera acompañado. No dándose por vencido se desabrochó el cinturón de
seguridad.
-Me aseguraré de dejarte sana en casa.
Y yo que pensaba que me desharía de él.
NOTAS DE INTERÉS
Willemspark: uno de los barrios
más caros de Amsterdam situado en el distrito de Zuid-Amsterdam, Holanda Septentrional
Van Baerlestraat: calle que debe su
denominación al clérigo escritor y profesor Casper van Baerle, conocido por su
nombre en latín, Barlaeus, en el distrito de Zuideramstel.
Gerrit Rietveldisingel: calle en el municipio de Diemen dentro del área
metropolitana de Amsterdam.
Diemen: ciudad y municipio en la provincia de Holanda sptentrional.
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