sábado, 5 de junio de 2021

22.- La conferencia



      -Este hombre tiene vista de halcón -el murmullo de Diantha fue entre dientes apretados.
    -Mencionaste algo sobre un águila imperial, ¿no? La forma de asegurarnos de que no nos viese es no habiendo venido -repliqué orillando la insolencia.
    Nos giramos a la vez, justo cuando Jenkin nos daba alcance entre el desfile de estudiantes que abandonaban el recinto.
    -¡Doctor Brouwer! ¿Cómo le va? Ha sido una sorpresa que fuera uno de los ponentes.
    Diantha se auto proclamó portavoz de las dos adoptando un tono desenfadado y risueño.
    -Jenkin. Ya no estamos en el colegio ni sois mis pacientes. Podemos tratarnos con menos formalismo.
    Nos derretimos con su sonrisa. El pasado se hizo presente. No debía estar allí, pero lo estaba y no sabía como salir de una situación que me incomodaba y agradaba a partes iguales.
    -¿Estudiantes de Medicina?
    -Segundo de filología latina y farmacología. El profesor Koopman nos habló en clase sobre el coloquio, insistiendo en que asistiéramos como complemento a su asignatura de farmacodinamia -se pausó intencionadamente y continuó al cabo de dos o tres segundos-. Los medicamentos empleados para el tratamiento de infecciones causadas por parásitos y bacterias pueden tener efectos bioquímicos y fisiológicos distintos en los pacientes en función del tipo de clima del lugar donde residen o de la condiciones en que vivan.
    En la facultad de farmacologia no había ningún profesor apellido Koopman. Diantha tiene una habilidad natural para la improvisación.
    Jenkin asintió con la cabeza, deslizándose hasta su ceja un mechón rubio donde encontró acomodo. Le imaginé apuesto incluso en el habitáculo donde se pierde todo glamour... sentando en el inodoro.
    -Espero que la charla haya sido de utilidad.
    -Por descontado.
    El doctor desvió la mirada hacia mí.
        -Sin embargo, es posible que a ti te hayamos aburrido.
        -En absoluto. Desde el punto de vista etimológico las palabras tienen un recorrido nada desdeñable -levanté la vista de la moqueta azul que pisábamos y la deposité en sus ojos claros, que me miraban como aquella vez en el consultorio, cuando descubrió que existía o aquella otra vez en que me secó las lágrimas que resbalaban por mis mejillas con los dedos-. Cualquier unidad mínima de significado es susceptible de mi interés.
    Satisfecho con la respuesta nos dirigimos a la salida uno detrás del otro. Al pasar por la puerta noté el ligero roce de su mano sobre mi cintura cediéndome el paso. Segundos en los que ese amor platónico que había sentido se materializó en un gesto.
    En el patio exterior Siem nos aguardaba cerca de las escaleras de acceso. Le vi al salir de edificio y respiré aliviada de que hubiera llegado y no tuviéramos que alargar la conversación con el doctor Brouwer.
    Nos detuvimos para despedirnos de él y me encaminé a paso ligero hacía el amigo que se ajustaba e anorak al cuerpo distraído. Diantha me seguía a pocos metros de distancia consultando el reloj.
    -Estás helada y no es por el frío -Siem detectó mi nerviosismo al besarme la mejilla. Habíamos quedado para organizar la campaña de recogida de juguetes que la Asociación hacía todos los años en Navidad.
        Giré la cabeza discretamente hacia Jenkin, que se encaminaba al aparcamiento subterráneo mientras observaba nuestro encuentro.
    -El hombre que copaba las conversaciones -sentenció mi confidente de tantos ratos distendidos.
    -Estoy perdida.
    -Esto también pasará.



 NOTAS DE INTERÉS

Farmacodinamia: acción de un fármaco en el organismo humano. Estudio de los efectos bioquímicos y fisiológicos del mismo.

 


 

 

 

 


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